Nuestra colección #14 celebra los cuatro elementos principales y el equilibrio que estos traen a nuestra vida cuando los entendemos como aspectos de nosotros mismos. Tanto la astrología como la tradición ayurvédica se basan en una comprensión de su poder como partes constitutivas de nuestro ser que deben ser balanceadas si queremos lograr la armonía tanto internamente, como en nuestra relación con el mundo.

Esta colección presenta una combinación entre vidrio y metal. Su punto de inspiración hacía un llamado a usar el vidrio que es probablemente una de las formas de la materia que más explícitamente contiene los cuatro elementos: se hace a partir de arena, carbonato de sodio y caliza derretidos con fuego, el producto es formado con aire y luego enfriado en agua. También encontrarás varias piedras semi preciosas y diferentes colores que se relacionan directamente con las propiedades de los elementos y signos del zodiaco, el vidrio amarillo representa la iluminación y nuevos inicios que ofrece el sol; el lapislázuli apoya la sabiduría y la expresión personal y la amazonita representa el agua y el viento, mientras que la combinación de azules y verdes de la malaquita azurita recuerda al planeta tierra. El fuego se ve reflejado en formas puntiagudas y enroscadas y en el espiral, un símbolo de renovación de la vida, crecimiento y transformación. Todas nuestras joyas están hechas de plata reciclada, algunas con un baño de oro de 24k.

Con la colección #14 te invitamos a abrir tus ojos y alma a la perfecta armonía del mundo natural del que hacemos parte. Te invitamos a ponerte en contacto con el misticismo y la magia de los elementos, a usarlos como ventanas a aspectos profundos de tu ser y a invocar sus poderes a la hora de poner intenciones y provocar la magia. Usa formas y símbolos de agua para fluir, de fuego para llamar a la claridad y la fuerza, de tierra para reforzar la estabilidad y determinación y de aire para sentirte libre, conectarte con tus ideas y propiciar el cambio.

ARMONÍA DE CUATRO poema por Lina Rincón

Éter es lo que espera antes de una onda de sonido. Activado, su potencial se hace aire.
El aire permite que el fuego arda, y el calor que el aire se vuelva agua.
Luego está la tierra, en la que todos los elementos convergen, latentes.
Es la materia del universo, mientras que el éter, es el vacío entre nuestras células.
El aire sostiene la expectativa del tacto; el agua y sus movimientos protegen a nuestro cuerpo. Al darnos la luz de la percepción, el fuego nos abre los ojos.

Equilibrados, los elementos nos llenan de armonía y gracia. (continuar abajo)

El poder del fuego nos transforma; la ligereza del aire nos mueve y libera; el flujo del agua nos lleva a lo más profundo de nuestro ser; la tierra nos arraiga, nos da fuerza, nos hace prósperos.

Como cada árbol, cada casa, cada monumento erigido a los dioses; como cada montaña, río y temporal, nuestros cuerpos contienen los cuatro elementos. Según Ayurveda antes de éstos yace un elemento adicional. Según la astrología, un quinto elemento representa el alma indescifrable.